¿Son malos los corticoides?

¿Son malos los corticoides?

Es muy frecuente que tu médico te haya propuesto un tratamiento con corticoides para un dolor lumbar, o inyectados en la rodilla si estaba muy inflamada.

¿Son perjudiciales para tu salud?

Pues depende.

A ver:

Las medicinas no son buenas o malas. Depende del uso que hagamos:

-De la dosis

-De la frecuencia de administración.

-De la vía de administración.

-De la precisión en la administración.

-Y, sobre todo, del paciente. Cada paciente es único, no lo olvidemos.

(Sí, eres único, ya te lo decía tu madre).

 

Te pongo un ejemplo:

¿Es saludable la fruta fresca?

Pues tómate 10 kilos de sandía después de cenar, a ver cómo te sienta.

 

Vale, otro ejemplo:

Si te tomas 1 gramo de Paracetamol si te duele la cabeza, probablemente se te mejore el dolor.

Pero:

-Si te tomas 10 gramos, no te dolerá la cabeza nunca más (fallo hepático fulminante y al hoyo).

-Si te tomas 1 gramo cada hora durante 6 horas, pues también fallo hepático.

-Si machacas la pastilla y te la metes por la oreja, no te hará mucho efecto.

-Si tienes una hemorragia cerebral, tampoco te hará demasiado.

 

¿Es malo el Paracetamol?

No, es bueno, siempre que se use de forma correcta con una indicación precisa.

¿Y los corticoides?

Los corticoides son hormonas de estrés que son muy útiles para superar situaciones de peligro.

Así, nuestras glándulas adrenales controlan la producción de glucosa para ser utilizada como fuente de energía y  atenúan los procesos inflamatorios al inhibir la aculumación de células inflamatorias.

Así corres más si te persigue un león y te preparas para huír o luchar.

¿Has visto algún documental en La 2 de leones y gacelas, a la hora de la siesta?

Pues eso: las gacelas están tan tranquilas merendando hierba seca de la sabana.

Viene el león y secretan un pico de cortisol para salir corriendo.

Cuando cesa el peligro porque el león ya ha pillado a alguna, el resto vuelve a la calma total, y a seguir pastando.

El problema que tenemos en la vida actual es que estamos  estresados como si constantemente  fuéramos a ser atacados por un león (león en forma de jefe gruñón, atasco de tráfico o en forma de inflación o de subida del precio de la gasolina, o de inspector de hacienda si eres una gacela autónoma).

Y los niveles de cortisol elevados de forma continua producen alteraciones en la sensibilidad a Insulina, acúmulo de grasa, inmunodepresión…

Eso en condiciones fisiológicas.

Pero es que los fármacos derivados de los corticoides producen esto a niveles suprafisológicos ( esto quiere decir: a lo bestia).

De modo que las pautas de corticoides a altas dosis o en tratamientos de más de una semana pueden ser realmente dañinos.

En cuanto a las infiltraciones, los corticoides se han mostrado que producen daño articular  a menos que:

-Se diluya el fármaco correctamente.

Y

-No se supere un número determinado de infiltraciones en una articulación en un año.

Teniendo en cuenta, además, que cada caso debe ser evaluado de forma personalizada, y que la administración debe hacerse  de modo que podamos “apuntar” y poner la inyección de forma precisa donde se necesita (por ejemplo, con terapias ecoguiadas).

 

“Nada es veneno, todo es veneno: la diferencia está en la dosis”

-Paracelso

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