“Dureza“ es la oposición que ofrece un material al estrés. Como a la penetración, a la abrasión o al rayado. Duro como una piedra.
La piedra no se adapta.
La piedra resiste, hasta que se va gastando, o entra una gota de agua en una grieta y la rompe.
Ante una situación estresante puntual, de esas que puedes solucionar fácilmente, es una buena estrategia.
Como cuando un yonqui te pide dinero: “NO“, y ya está.
Pero…¿y si se pone agresivo?.
“Resiliencia” también viene del latín.
Denomina a la capacidad de algo para volver a su forma original después de someterse a una fuerza. Algo elástico, como una goma.
La resiliencia está de moda.
La resiliencia permite que te adaptes a las situaciones difíciles y aguantes, y aguantes…
Be water, my friend. Como decía Bruce Lee.
Para una situación estresante más prolongada, como el estrés que supone que en un examen te pregunten algo que no venía en el temario, o si no aguantas a tu jefe.
Funciona cuando la situación no la puedes cambiar fácilmente, y es mejor adaptarse,
Con calma, con resignación…
La cultura actual promueve la resiliencia como una gran virtud. La cultura occidental, digo.
Y la oriental, ni te digo.
Be water, my friend….
Que está muy mal visto enfadarse, no vayas a ensuciar tu karma y, lo que es peor, vas a salir mal en las fotos, que es lo importante.
Me temo que la «resiliencia» puede llegar a promover un estado de SUMISIÓN que tiende a amansarnos, a soportar lo inexorable, en lugar de luchar para cambiar lo que no nos gusta.
Porque, a veces, hay que resistirse
para que no nos penetren fácilmente,
para que no nos erosionen,
y decir NO, NO y NO
(Nunca digas “no“ más de dos veces si no lo dices en serio).
Bueno, pues hay una estrategia mejor que las dos anteriores: la ANTIFRAGILIDAD, que es simplemente la capacidad de beneficiarse del estrés, de beneficiarse del caos, de crecer con el daño.
Como una bacteria que es resistente a los antibióticos.
Como un callo de fractura.
Como la hipertrofia muscular por el entrenamiento.
Como la Hidra, aquel animal de la mitología griega con muchas cabezas, que cada vez que le cortaban una le salían dos.
Y la sobrerreacción a una situación estresante te permite superar el contratiempo y salir fortalecido.
De hecho, la evolución, según la Ley de la Selección Natural de Darwin, se realiza a través de la Selección Antifrágil, pues solo lo que se adapta y además es capaz de reproducirse, se perpetúa. Como hacer el amor en un Simca 1000.
¿Significa esto que, cuando te atraque un yonqui, debes meterle un palo y quedarte con su dinero, saliendo así beneficiado?
Probablemente.
Bueno, aquí van algunas estrategias de antifragilidad que no necesariamente pasan por la cárcel:
–Ser capaz de colaborar con los demás: ayudar a otros y beneficiarse de su ayuda.
–Simplificar al máximo la toma de decisiones y ser capaz de decidir aunque no comprendamos la situación completamente.
–Dividir un problema complejo en problemas sencillos que puedan solucionarse de forma separada. Divide y vencerás.
–Ponerse en el peor de los casos posibles y visualizar posibles problemas.
–Acostúmbrate a someterte de forma voluntaria a situaciones estresantes. Aprende a estar cómodo estando incómodo.
–Estar cómodos con la incertidumbre. No puedes saberlo todo. Si te empeñas en saberlo todo, terminarás con “parálisis por análisis“.
–Diversifica tus recursos. No apuestes todo a una sola estrategia, o a una única fuente de ingresos.
–Céntrate en lo que puedes cambiar y toma decisiones.