¿Nos hace la Inteligencia Artificial mejores médicos?

La tecnología es un sirviente útil, pero un amo peligroso” –(Christian Louis Lange.)

La inteligencia artificial está transformando la medicina: mejora la precisión diagnóstica, reduce errores y libera tiempo para centrarnos en el paciente.

Podemos acceder en un clic a todos los conocimientos médicos publicados desde tiempos de Hipócrates (hay que filtrarlos convenientemente y pagar por ello, eso sí); podemos ver vídeos de complejas intervenciones hasta poder aprenderlas, utilizamos robots que nos ayudan a hacer cortes con precisión milimétrica y la Inteligencia Artificial nos ayuda a detectar cambios en radiografías o Resonancias que podrían confundir al ojo humano.

En endoscopia, por ejemplo, actúa como un observador incansable, detectando pólipos que podrían pasar desapercibidos y aumentando la capacidad preventiva frente al cáncer de colon.

PERO…

Pero un reciente estudio en The Lancet Gastroenterology & Hepatology (Budzyń y cols., 2025) muestra el otro lado de la moneda: cuando los endoscopistas se acostumbran a trabajar con inteligencia artificial, su rendimiento en colonoscopias sin asistencia puede disminuir. Esto sugiere un riesgo de pérdida de destreza.

Es como hacer las cuentas sin calculadora: ¿Podrías hacer fácilmente una multiplicación  o una división por dos cifras sin la calculadora del móvil?

Aprendiste de niño, con lápiz y papel, pero ahora has perdido la práctica.

-A propósito: ¿cuántos números de teléfono te sabes de memoria? ¿cuántos te sabías en los años ´90, cuando tenías que llamar al teléfono fijo?

-¿Sabrías llegar a un sitio que no conoces en el coche sin poner el navegador, sólo usando un mapa?

La verdad es que la tecnología nos hace la vida más fácil, pero nos hace perder destrezas..

Nos hace mejores, más eficaces, pero, a cambio…

Nos hace más lentos, más perezosos, más dependientes.

 La pregunta clave no es si la inteligencia artificial nos hará mejores o peores personas , mejores o peores médicos, sino cómo decidimos usarla.

  • Si la vemos como una herramienta de apoyo, que potencia nuestro juicio clínico y nos obliga a mantenernos críticos, seremos mejores.
  • Si delegamos ciegamente en ella y relajamos nuestra observación o razonamiento, estamos perdidos.

🌱 La verdadera innovación no es incorporar tecnología, sino aprender a integrarla sin perder lo esencial: la pericia clínica, el pensamiento crítico y la conexión humana con nuestros pacientes.

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