Con el paso del tiempo, la absorción de colágeno por parte del cuerpo humano se reduce, lo que, además de generar la aparición de arrugas en la piel, provoca una mayor rigidez en las articulaciones y tendones, favoreciendo las lesiones. Sin embargo, la tecnología médica ha logrado desarrollar diferentes suplementos anti-aging que permiten combatir los síntomas del envejecimiento. En este sentido, el doctor Luis Gallego, a través de su consulta de traumatología regenerativa Regeneractiva, recomienda este tipo de formulaciones de acuerdo con el estado físico y la genética de cada paciente, midiendo su biogénesis mitocondrial, la eficacia lipoenergética y el consumo máximo de oxígeno; entre otros elementos.
¿Cuáles son los efectos de la falta de colágeno?
Descritas en detalle por el anatomista suizo Johann Peyer en 1677, las placas de Peyer son cúmulos de tejido linfático que recubren el interior de las paredes del intestino delgado. Estos están formados por células sensibilizadas y especializadas en identificar los antígenos de los alimentos que pasan a través del tracto digestivo, destruyendo las bacterias y microorganismos nocivos para la salud. De esta manera, estos folículos linfoides cumplen un rol esencial en la protección del organismo frente a las infecciones.
No obstante, a medida que las personas envejecen, las placas de Peyer se van estropeando y por un mecanismo autoinmune bloquean la absorción de colágeno. Por ende, entre los 40 y a los 60 años, la presencia de esta proteína en el cuerpo se reduce entre un 30 % y un 60 %. Así, paulatinamente, se van destruyendo las articulaciones, se lesionan los ligamentos y los tendones se hacen más rígidos, provocando dolor y limitación en la movilidad; entre muchas otras consecuencias negativas.
Suplementos anti-aging para complementar la falta de colágeno
Ante los problemas provocados por el bloqueo de la absorción de colágeno en tendones, articulaciones y cartílagos, la medicina ha logrado desarrollar distintos tipos de suplementos anti-aging que, combinados con Vitamina C y otras sustancias como la glucosamina o el sulfato de condroitina, pueden tener excelentes resultados a la hora de combatir los efectos del paso de los años.
La Vitamina C contribuye a la formación normal de colágeno para el funcionamiento normal de los cartílagos y protege a las células del daño causado por los radicales libres.
También cabe destacar el Harpagofito: la raices y tubérculos de ésta planta se usan para obtener el extracto medicinal, se utiliza en diversos procesos que cursan con dolor.
El ácido alfa lipoico es un potente suplemento que combate las células de radicales libres en su cuerpo. También ayuda a regenerar otros antioxidantes beneficiosos, tales como la vitamina E y la vitamina C.
En este aspecto, el traumatólogo especializado en medicina y cirugía regenerativa Dr. Luis Gallego aconseja tomar estos suplementos anti-aging junto con productos naturales como el olíbano, una resina aromática que se extrae del árbol de Boswellia sacra y que posee propiedades antiinflamatorias para las articulaciones. A su vez, otra planta utilizada con fines terapéuticos es la cúrcuma, esta actúa sobre las vías de señalización del dolor con un efecto analgésico, además de desinflamar las articulaciones y de tener propiedades antioxidantes.
Por lo tanto, ante la gran variedad de los suplementos anti-aging disponibles en el mercado, es fundamental tener en cuenta una serie de aspectos como la salud, la genética y la actividad física realizada por cada persona para llevar a cabo una elección adecuada del producto y obtener los mejores resultados posibles.